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Poderes - Capitulo 2

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Anonimo1996's avatar
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Poderes




Capítulo 2 (El Último Dayo)



En la oscuridad de la noche, las luces de los postes hacen radiar la nieve que ha invadido la ciudad del hombre. Tan blanca se ve la noche… pero con furor da paso a su cellisca, en un intento hermoso de consumir sus estructuras.
Aquel hombre anciano, se lleva todas nuestras sospechas. Su vestimenta, la mala impresión que nos da… y que también está sintiendo el inocente Ray. La expresión en su rostro se emana de interrogantes. ¿Por qué? ¿Por qué a él?
-       ¡No bromes viejo! ¡¿Quién mierda eres?! –Con una mezcla confusa entre furia y temor, trata de desvelar la respuesta de quién es exactamente aquel anciano, pero solo optó por quitarle la mirada, a la vez que le dice:
-       De que te sirve que te diga quién soy si ya estás muerto.

Los motivos de aquel anciano son un misterio, y ese misterio remuerde los nervios del joven Ray. Su muerte es buscada por éste hombre que no había visto nunca. Pero luego hay algo más que Ray no puede dejar de relacionar con aquel señor.
-       Esta nevada, no pude ser simple coincidencia… Tú la has traído, ¿no?
Es bastante obvio que ésta misteriosa ventisca blanca que trata de arrasar con la ciudad, tenga que ser obra de la llegada de aquel anciano, y eso solo puede significarse una cosa…
-       Tú… eres un Gesegnet… como yo… ¿cierto?
En un tono de voz bajo, el joven demuestra que aquel hombre que tiene enfrente de sus ojos, lo atemoriza cada vez más, aun por algo que no puede explicar, pero el no haberse visto con ningún Gesegnet nunca, y aún más uno que quiere matarlo, le asusta tanto como le impresiona.
Ante sus dos preguntas, el anciano decide guardar silencio; un silencio tan prolongado para darse cuenta, Ray, de que sus sentidos corporales empiezan avisarles de la peligrosa temperatura a la que está expuesto.

Luego de estar visualizando a su costado, ignorando las preguntas del joven, vuelve a centrarle su mirada extraña (aquella que es tapada por sus pobladas cejas albinas), pero ésta vez con la intención de dar por terminado esta conversa.
Rápidamente el anciano saca la mano derecha de su manto y endereza su brazo hacia el frente. Manteniendo esta posición, de la palma de su mano sale un chuzo de hielo que se dirige materializándose a grandes velocidades hacia Ray. Este, por estar un poco descuidado, reacciona al estar muy cerca y, tratando de esquivarla para un lado, ésta le logra rozar en su mejilla.
Ray queda atónito, posado en el suelo, sangrando, mientras aquel hielo cortante se empieza a derretir.
- Oooooh… vamos, muéstrame tus grandiosos poderes…
- Mierda… me vi muerto.
El atemorizado joven prefiere quedarse en el suelo o, tal vez, el miedo abrumador lo obliga. Ya sus dedos casi se empiezan a entumecer y él los observa, mientras estos tiemblan.

-       ¿Ooooh…? perdóname... Es que pensé que ibas a sacar tus poderes para defenderte, pero parece que no los sabes controlar del todo. –Expresa el anciano. Difícil de creer sincera aquella palabra que dijo: “perdóname”…

Ray, demasiado asustado, no sabe si enfrentarse a él o correr por su vida. Anteriormente vimos a un Ray totalmente diferente, quien desafío a una banda entera de malhechores, sin embargo… ésto es una experiencia totalmente nueva para él. Un enemigo ruin y despiadado, con poderes elementales, lo desafía. Él sabe muy bien que no puede enfrentarlo, no con fuerza bruta... ¿Pero entonces por qué no manifiesta sus poderes como lo hizo contra la banda de Stefan? Su expresión y su herida que recibió, dejan en claro que tiene una deficiencia con sus destrezas como Dayo… No sacaría sus habilidades ahora, y aunque lo logrará, sus pequeños golpes eléctricos no serían rival para los poderes abrumadores del anciano. Por ello opta en seguida por escapar de su mortífero rival.
Ray se levanta, solo para empezar a correr como nunca antes, pero la nieve tapa las calles y el frío es tremendo, tanto que estas calles estan resbaladizas, cayendo así al suelo.

Aprovechando la torpeza del muchacho, el anciano se acerca un poco más y se detiene a una distancia considera. Al mismo tiempo, el Gesengnet frio alza la mano derecha como si tratara de tocar el cielo. Cuando hizo esto, empezaron a salir, del piso congelado, unas púas de hielo con puntas muy afiladas, una tras otras en filas, directo hacia Ray. El joven Dayo solo se queda atónito, viendo como la muerte se avecina… pero de la nada, apareció una especie de raíz gigante que sale rompiendo la calle con fuerza, e impide el avance de los pinchos de hielo.

Los dos Gesengnet, muy confundidos, quedan viendo aquello colosal que se elevaba sobre ellos, cuando de repente sienten que hay otra presencia en el lugar. A Ray le da por mirar hacia arriba, donde hay un edificio cercano. En lo alto de ese edificio, se visualiza una silueta… no se puede ver muy claramente, pero se distingue como una persona se tira desde lo más alto. Él baja deslizándose por la raíz gigante que alcanza lo más alto del edificio, como si patinara sobre el tranco. Cuando llega al piso, se puede ver con más claridad al personaje. Era un muchacho, con una vestimenta casi tan singular como la de Ray: una capa verde se le extiende casi hasta el suelo, y el cuello de ésta tapa el suyo de lo largo que está. Pero lo más singular en el muchacho son sus ojos: inusualmente lineados, y su cabello: rosa como la flor de cerezo.
El Joven misterioso calló de aquella raíz inmensa, la cual ahora parece un gran árbol entre la ciudad. Se sitúa en medio de los protagonistas de la noche y éste habla, refiriéndose al anciano de manera seria y directa- No te puedo permitir que asesines a este muchacho, Blizzard.

Al menos ahora se conoce el nombre de este Gasegnet, llamado Blizzard, el cual no se ve muy contento de que haya interrumpido su caza- De la familia Nature, ¿no? Es de mala educación interrumpir a las personas, ¿sabes?
Sin rodeos, vuelve a sacar su mano de su manto y endereza su brazo hacia el frente- No te hagas de rogar y quítate de en medio. -El Joven Nature no mueve ni un musculo, desafiando sus palabras, por lo que él viejo no vio más remedio que deshacerse de él también- Bien, tú lo pediste.

Al anciano se le congela el brazo y de la palma de su mano sale de nuevo el chuzo de hielo que avanza en dirección hacia su enemigo, pero el ataque inesperadamente pasa por al lado del Nature, dirigiéndose directo hacia Ray. El Nature se sorprende al ver el engaño del anciano. Tratando de pensar rápido, sacando una raíz de un tamaño considerable para empujar a su protegido con un azote rápido y leve.
El Gasegnet Blizzard derrite su espada larga de hielo para luego esconder su brazo en su manto, mientras mira a quien pudo arruinar su pequeño plan. Ahora el Nature endereza su mano derecha hacia el viejo y habla algo furioso- Parece que no te detendrás. Tendré que pararte -De la palma de su mano se podía visualizar una marca, que delineaba el signo del árbol. Por cómo está plasmada en su piel, se asemeja a la de Ray. Ésta empezó a exponer un brillo roza. El chico misterioso está listo para realizar un ataque, pero es interrumpido al extrañarse por ver que el Gasegnet Blizzard le da la espalda y camina con la intención de irse.
-       No te ataco porque no quiero problemas con tu tribu. Es mejor que cuides bien a ese Dayo, porque la próxima vez, vendré con toda la intención. –Se despide con estas palabras.

-       ¡NO TE PUEDO DEJAR ESCAPAR! -Dice Nature mientras corre hacia Blizzard, pero su avance es interrumpido al formarse una tormenta de nieve que emana del anciano- ¡Maldición! ¡NO! -después de esa última ventisca, desaparece junto con la tormenta y la nieve. Solo queda su gran huella marcada en toda la ciudad…

Nature permanece parado, mirando hacia el frente, en donde ahora no hay más nada que la extendida carretera cubierta por la nieve. Él fracasó en su propósito desconocido…
Mientras sigue sumido en sus pensamientos, reacciona por un toque en su hombro de parte del Gasegnet al cual salvo, Ray, aunque este… no se veía muy contento del todo. Ray le da la vuelta a la fuerza y le agarra del chaleco- ¡¿Qué mierda está pasando aquí?! ¡¿Porque ese viejo me quería matar?! –Así de seco impone su pregunta, en busca de una respuesta forzada, pero Nature no opone ninguna clase de resistencia y le responde con otra pregunta, de manera más relajada- ¿Esa es tu manera de agradecer? –Al no recibir respuestas él tampoco, más que el ceño fruncido del rubio, incluye otras palabras después de uno segundos- Si me sueltas, te puedo responder todas tus preguntas.
Ray conserva su expresión, pero lo termina soltando. Nature mira para todos los lados y dice- Aquí no podemos hablar. Necesitamos ir a un lugar seguro.
-       No pongas escusas baratas. No soy tan tonto para llevarte a un lugar donde me puedas matar fácil. -Dice el Joven Ray.
-       Pues, sí que eres idiota. ¿Crees que te voy a matar después de haberte salvado? -Le dice a Ray ya agotándole la paciencia- Te lo digo que vayamos a un lugar seguro porque hay muchos más mutantes que quieren matarte –Agrega estas palabras claves, que hacen aumentar la preocupación de Ray.

Luego de quedar unos segundos impactado, da la vuelta, mete sus manos en sus bolsillos y le dice al chico misterioso, conservando seriedad- Sígueme.
Después de movilizarse por la oscura ciudad, sin más que divisar a algunas cuantas personas en el trayecto, Ray lleva a su salvador a su casa, para que le explique con detalles lo que paso y porque su muerte es buscado por muchos como el anciano nombrado Blizzard.

El dueño le abre la puerta al extraño- Entra. -y el muchacho pasa al oír su invitación.
-       Siéntate -le dice Ray, como si fuera una orden. Mientras el peli-rosa toma asiento en el sofá, Ray se adentra a un cuarto. En ese momento, Nature se toma la molestia de examinar un poco el lugar, pero sin esperar mucho, ve que Ray vuelve con alcohol y algodones. Pasa a sentarse delante del invitado, mientras se trata las heridas con los materiales.
Sabiendo lo impaciente que está Ray, le comienza a explicar- Bien, mira lo que pa-- -Antes de poder empezar, es interrumpido por Ray- Antes de que empieces hablar… Lo ciento; ciento el haberte tratado así. –Un poco impresionado, el muchacho de verde, sigue escuchando la disculpa de Ray, quien agrega un agradecimiento- Y Gracias por salvarme. Si no fuera por ti, ya estuviera muerto. –Luego de expresarse, Ray le extiende la mano, levantándose solo un poco de su haciendo, y le sonríe al llamado Nature- Por cierto, soy Ray Dayo –Aprovecha en presentarse mientras espera el apretón.
El otro joven le da el apretón de mano que quería, pero éste solo estira sus labios, compartiendo un poco de su sonrisa- Mí nombre es Rama Nature.
-        ¿Rama? Que nombre más raro ¿de dónde eres? –Pregunta, dejando notar que su personalidad más alegre regresa.
-       Vengo de una aldea llamada Taiboku. –Responde, conservando seriedad.

Luego de estar todo aclarado y arreglado, la conversación que tiene tan intrigado al joven Ray, comienza sin más preámbulos:
-       Ray, ya no es segura esta ciudad para ti.
-       Pero ¿porque dices que hay varios como ese viejo que me quieren matar? ¿Que tengo yo de especial? Ósea, soy un Gasegnet, lo sé ¿pero de que le sirvo muerto?
-       Veo que no sabes nada sobre los Gasegnet. El simple hecho de que seas uno de nosotros, es escusa de ser blanco de cualquiera. Mira, cuando un mutante es asesinado por otro, al asesino se le transfiere el poder del fallecido.
-       ¿¡Qué dices!? Ósea… ¿qué mi poder iba a pasar a ese viejo si me mataba? Pero sí que están dementes esos tipos…
-       Si no te defendiste contra aquel Gasegnet, quiere decir que no sabes emplear tus poderes… Ray, quiero proponerte algo. ¿Quieres aprender a controlar tus poderes?
-       Si dices que muchos quieren matarme… pues… no quiero vivir con un ojo en la nuca. ¡Joder! ¡Si ellos fueran normales, les patearía el trasero! Lo malo es que son personas con poderes, pero yo también lo soy…
-       Es hora de dejar de vivir como humano, Ray, acepta mi propuesta. En mi tribu tenemos los conocimientos necesarios para entrenarte.
-       Pues… se controlarlos, pero no mucho, en algunas ocasiones puedo invocarlos, pero en realidad no sé cuál es la clave... Mis poderes vienen de mi padre, pero el murió cuando yo tenía 5 años, así que mi madre fue la que me dijo. Ella decía que era especial y cuando crecí, supe que no era un don porque no era el único con poderes, ¡jah!
-       Pues, en estos días, el poder del rayo si es un don, y buscado por muchos, ya que eres el último que queda.
-       Ahora lo entiendo todo…
-       … Ray… ¿Sabes cómo desapareció tu familia?
A partir de aquí la conversación se vuelve un poco brusca al darse cuenta, Ray, del conocimiento que poseía Rama Nature. De su haciendo se levanta de un golpe- ¡¿TU SABES?! ¡DIMELO TODO!
El peli rosa se levanta también, pero conservando la calma- No… solo preguntaba porque tenía una leve sospecha de que al menos sabrías algo. –Agrega el joven- Porque eres el último de tu familia, se puede decir que te volviste famoso, pero también buscado por Gasegnet que te quieren asesinar.
-       La verdad no sé cómo fue que desaparecieron, pero llevo varios años viviendo sin saber de mis parientes. –Comenta el joven Ray, sumiéndose poco a poco en una tristeza- Mi madre fue la última que vi…
-       Tu madre tampoco sabía nada ¿verdad? –Pregunta Rama.
En seguida Ray responde muy deprimido- Si… Vivimos los dos sin sabes nada. Luego ella murió…
Rama logra captar la depresión de Ray y, demostrando qué él también tiene sentimientos, trata de animarlo con su propuesta de antes- Bueno… ¿Pero qué me dices de mi propuesta?
El rubio le responde con entusiasmo, cambiando su ánimo de manera bipolar- ¡Por supuesto! ¡Acepto! ¡Quiero hacerme más fuerte y controlar mis poderes!
- … Bien. Empaca, te llevare a mi aldea. -Dice Rama, un poco impresionado por su cambio de ánimo tan repentino…
- ¡Espérame! -dice mientras sube a su cuarto.

Rama, mientras espera el regreso de Ray, empieza a examinar su casa nuevamente, ahora de pie. Se acerca a una mesa adornada con fotografías. Ve una serie de retratos con el mismo niño, unos acompañados de una pareja y otras con demás personas. Toma el retrato donde habían más miembros y medita mientras lo observa- Estos deben ser algunos de la familia Dayo… -Sigue pensando– ¿Pero cómo fue que murieron todos? Esta crisis de los Gasegnet cazadores no estaba en su auge para esos tiempo. ¿Qué habrá sido de ellos?

Rama permaneció sumido en su análisis sobre la misteriosa desaparición de la familia Dayo, pero no demoró mucho en traerlo de vuelta a la realidad Ray, repentinamente con sus gritos- ¡ESTOY LISTO!
Se asusta un poco Rama y voltea en seguida, después de dejar la fotografía en la mesa- Bien… vamos. -dice iniciando el paso.
-       Espera un segundo. -Dice Ray. Rama se detiene y voltea nuevamente a verlo- No me has dicho dónde está tu tribu. ¿Está fuera de la ciudad? -Le dice Ray con curiosidad.
En seguida, este le responde– Si, está fuera de la ciudad.
-       Así que me iré por un buen tiempo… -Dice Ray mostrando cierta tristeza. Este voltea para observar su casa. Así permanece unos segundos, como si le costara mover las piernas. Sin embargo, se nota como se le sube el ánimo en seguida- Bueno… ¡Mejor! me estaba aburrido de la misma rutina ¡Jeje! –Expresa volteando donde Rama, a la vez que se toca su nuca y sonríe.

Los dos salen de la casa y Ray cierra la puerta con llave.
Ahora estos dos nuevos compañeros caminan hacia su nuevo destino, el cual era totalmente desconocido para el joven Ray, quien nunca ha salido de la ciudad Durchschnitt. Y viendo que Rama es un extranjero, se le ocurrió preguntar:
– Como no eres de por aquí, ¿sabes cómo salir de la ciudad?
-       ¿Cómo crees que llegue? -Le responde seriamente, además de parecer algo rudo.
Ray desconfía de que supiera como salir, además de la expresión que le da y… porque lo estaba llevando a un parque especial para hacer picnic.
Entrando al parque, Ray insiste en recapacitar a su compañero– Pero si estamos en un parque…
Rama no le responde y camina hacia un árbol de cerezo que había por el área. Llegando a él, se apoya con el brazo derecho sobre el árbol y le dice a su compañero:- Agárrate de mí y no me sueltes.
- ¡¿Qué?! -Esto le pareció demasiado raro y precipitado a Ray, quien su mente le hizo pensar cosas… indebidas- No soy la clase de persona que crees… -Le dice sonrojado, al hacerse una imagen errónea de Rama.
- ¡Cállate y solo hazlo! -Insiste Rama, algo molesto, pero principalmente apenado, al darse cuenta muy bien del mal entendido que pensaba Ray.
- Me niego. –Le responde quitándole la mirada y soplando sus cachetes como un niño.
La expresión de Rama deja claro que ésta situación lo tiene muy molesto. Al ya no poder soportar ésto, lo toma por el cuello con su brazo, casi estrangulando- ¡Oye! ¡Suéltame! -Reacciona Ray tratándose de zafarse.

De repente sale una luz color rosa alrededor del árbol, que los envuelve en un círculo alrededor de ellos y del árbol. Toma velocidad y este círculo se va condensando en el árbol y sube por él rápidamente. Con esta última acción, de un parpadeo, desaparecen Ray y Rama. Lo único que queda es solamente el árbol y las hojas de cerezo brillando mientras caían al suelo. Luego se apagaron al posarse en el suelo, quedando en su estado normal.

¿Este suceso tan extraordinario fue obra de Rama? Este joven guarda muchos misterios, pero próximamente se sabrá todo acerca de él y su tribu…


Continuara…
Aquí esta el segundo capítulo. Espero que lo disfruten.
© 2016 - 2024 Anonimo1996
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